lunes, 5 de enero de 2015

LA ROSCA DE REYES, CAMPECHE








El Día de Reyes está acompañado en las mesas mexicanas por un pan en forma de corona denominado Rosca de Reyes, que posee un origen y significado muy interesante.


El origen de esta tradición es religioso y se remonta a Francia y España para luego llegar a nuestro país durante los primeros años del Virreinato, convirtiéndose en una parte fundamental de la cultura y gastronomía mexicana.
Es una costumbre tomada de la cultura romana por parte de la iglesia cristiana, recordando la búsqueda de Jesús por parte de los Reyes Magos, para rendirle tributo.


Los Reyes Magos viajaron desde Oriente hasta Jerusalén, guiados por una estrella y preguntándole al rey Herodes si ya había nacido el niño. Como Herodes estaba celoso y temía perder su reinado por culpa de este niño, mandó a asesinar a todos los bebés que tuvieran menos de dos años de edad.








Finalmente el niño nació, los Reyes Magos llegaron y le ofrecieron regalos muy especias por su nacimiento: oro, incienso y mirra, siendo símbolos de riqueza, adoración y sacrificio, respectivamente.
La forma circular simboliza el amor de Dios que no tiene principio ni fin. Se adorna con frutas secas y cristalizadas que simbolizan las joyas de las coronas de los Reyes Magos.


Al interior de la rosca, se esconde una figurita del Niño Dios, que representa el momento en que Jesús es escondido de Herodes, quien como vimos, buscaba destruirlo.


En Francia la rosca se llama galette des Roiso torta de Reyes y fue en este país donde se inició la costumbre de partirla, repartiendo la primera rebanada a aquel que fuera pobre, la siguiente a los ausentes, es decir, a los hombres que se encontraban en guerra y las siguientes al resto de los presentes.


En México. como en Campeche se acostumbra a partir la rosca, que posee varios muñequitos, dependiendo del tamaño. A quienes les toque el muñequito en su porción, deben encargarse de los tamales que se comerán el 2 de febrero, que coincide con el Día de la Candelaria.

Los creyentes, al conseguir un muñequito de la rosca, se convierten automáticamente en madrinas o padrinos del niño y deben llevarlo a bendecir a la iglesia el Día de la Candelaria.



Esta tradición se acompaña con un rico y espumoso chocolate caliente para disfrutar de la exquisita Rosca de Reyes, en esta celebración que resulta ser la última reunión de las festividades de Navidad.





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